Sobre el duelo se lee en un rato. Es un librito dividido en 30 capítulos que cuenta la muerte del padre de la narradora. O para ser más exactos: el tsunami emocional que atraviesa desde que se entera de la noticia hasta que empieza a (como se dice ahora) soltarlo. El libro es honesto, seco y reflexivo en el enfoque de un proceso de dolor que, por más que se quiera intelectualizar, es sobre todo físico.
Un ingrediente adicional de incertidumbre es que la muerte sucedió en pandemia. Mientras su padre expiraba a los 84 años en un hospital de Abba, una aldea de Nigeria, la escritora Chimamanda Ngozi Adichie (1977) estaba en Estados Unidos donde reside hace años. A través de su relato, conocemos a este matemático célebre en su país, ecuánime y afectuoso con los suyos, perteneciente a la cultura igbo del sudeste nigeriano, que solo permite el funeral de uno de sus miembros con todos sus hijos presentes. La apertura y cierre de aeropuertos postergan el adiós definitivo.
“Como siempre he querido tanto a mi padre, con tanto fervor, con tanta ternura, en el fondo siempre he temido este día. Pero, confiada por su relativa buena salud, pensé que teníamos tiempo. Pensé que todavía no tocaba. «Estaba seguro de que papá cumpliría los noventa», dice mi hermano Kene. Todos lo estábamos. Quizá también pensábamos, irracionalmente, que su bondad, el ser tan buena gente, lo mantendría con nosotros hasta pasados los noventa años.”
Otros libros de la autora: las novelas Americanah, La flor púrpura y Medio sol amarillo; los cuentos de Algo alrededor de tu cuello y el ensayo Todos deberíamos ser feministas.